Los Cinco Minutos del Espíritu Santo
Lunes, 12 de Febrero, 2018
Puede suceder que a lo largo de una oración descubramos que la causa de nuestros miedos es una mala experiencia que hemos tenido y que está siempre reapareciendo en nuestros recuerdos. Entonces, tendremos que detenernos cada día a pedir al Espíritu Santo que sane ese recuerdo, que derrame su poder, que nos regale una firme confianza para que esa herida sane y cicatrice. Algo que puede ayudarnos, es atrevernos a revivir con la imaginación la escena en que tuvimos un fuerte dolor, y hacer presente a Cristo en ese momento abrazándonos, rescatándonos, liberándonos de ese problema, arrancándonos de ese lugar.
Y si no conocemos la raíz profunda, la causa de nuestros temores, pidamos al Espíritu Santo que él se apodere de nuestro grito interior que no sabe expresarse, que él se exprese de un modo liberador. Porque "el Espíritu Santo viene en ayuda de nuestra debilidad, ya que nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables" (Romanos 8, 26).
🙏
"que él se apodere de nuestro grito interior que no sabe expresarse…"
ResponderBorrarEspíritu Santo, tu sabes de mi dolor…tú eres el único que puede quitarme la esponja de vinagre que que me quema aquí dentro… quiero, Divino Paracleto, Divino Consolador… quiero para mí lo que tú quieres…¿ves? no tengo otra pretensión que vivir de ti, en ti…, vivir de tu amor, Espíritu de Amor… sana esas heridas que de tarde en tarde afloran y me hacen tambalear…algunas malas experiencias me molestan y te las entrego a vos a cambio de tu Paz… Tú, eres con el Padre y el Hijo, el Uno y Trino que me abraza y me vuelve a la vida después de la tempestad… ven🙏